Todos los padres, en algún momento, hemos reaccionado impulsivamente. Una palabra dicha con enojo, un grito, un portazo, una mirada que no quisimos dar, una expresión equivocada… Y luego, la culpa.
Pero más allá del remordimiento, hay algo que necesitamos comprender: cada reacción nuestra educa, positiva y muchas veces negativamente. Incluso (y especialmente) cuando no somos conscientes de ello.
¿Qué ve tu hijo/a cuando te mira vivir?
En la Academia de Karate Fénix trabajamos todos los días con nuestros estudiantes para ayudarles a gestionar sus emociones. A enseñarles que la fuerza no está en el golpe, sino en el dominio de uno mismo. Que la verdadera grandeza se alcanza cuando somos capaces de elegir nuestra respuesta.
Pero esto solo tiene sentido si en casa se modela lo mismo.
“A mi hijo no le digo que haga ejercicio… Él me ve salir a hacerlo.
No le exijo disciplina… Se la enseño con mi ejemplo.
No le pido perfección… Le comparto mis errores y cómo intento ser mejor.”
Estas frases nos recuerdan que los niños no necesitan padres perfectos, sino padres auténticos. Padres que luchan cada día por ser coherentes, que piden perdón cuando se equivocan, y que muestran con su vida lo que esperan de sus hijos.
El estado de ánimo también educa
Voltaire expresó sabiamente:
"La decisión más importante que tomes es estar de buen humor."
Cuando llegamos a casa con el peso del día y reaccionamos mal, nuestros hijos no comprenden las razones. Solo sienten el impacto. Y, muchas veces, piensan que tiene que ver con ellos.
Así como cuidamos lo que comen o con quién se relacionan, también necesitamos cuidar lo que absorben de nuestras emociones. No se trata de reprimir lo que sentimos, sino de aprender a gestionarlo con inteligencia, compasión y presencia.
Porque cada gesto, cada silencio, cada palabra… deja huella.
En la Academia…
Sabemos que la disciplina, el autocontrol y el respeto no se enseñan con discursos. Se siembran con constancia y se refuerzan con el ejemplo. Por eso, gracias a cada padre y madre que se esfuerza por modelar en casa lo que sus hijos practican en el dojo.
Cuando familia y academia trabajamos en la misma dirección, el impacto en la vida de nuestros estudiantes es transformador.
Cita para reflexionar
“Tus hijos sufren, o se benefician, con tu estado de ánimo y tus emociones. Sé consecuente.”
Ryan Holiday, Diario para padres estoicos.
Llamado final
Educar no es solo corregir conductas: es mostrar con nuestra vida el tipo de persona que queremos que nuestros hijos lleguen a ser. Quieres que tus hijos/as sean respetuosos, sé respetuoso. Quieres que sean amorosos, sé amoroso. Quieres que sean disciplinados, sé disciplinado. Y eso empieza con un acto simple, pero poderoso: ACCIÓN CONSCIENTE en lugar de reacción impulsiva.
Gracias por ser parte de esta gran familia. ¡Sigamos creciendo juntos!
Sensei Juan Pablo Hernández Vargas
Mentor en Transformación Personal y Liderazgo
Autor de: Padres Cinta Negra.
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